Con esta pandemia hemos aprendido, quizá como nunca antes, a ser conscientes de que la salud, la solidaridad y el auxilio mutuo son elementos de cohesión social básicos para mejorar la convivencia.
En el campo de la alimentación y la nutrición, tan importantes para el desarrollo de nuestra comunidad, los agricultores, pescadores, ganaderos y, en general, la industria alimentaria de nuestro país, han tenido un comportamiento ejemplar, incluso heroico, durante los meses más duros del confinamiento general. Todos estos sectores han seguido trabajando denodadamente y luchando para mantener abiertas las líneas de suministro y aprovisionamiento y que no faltaran nunca productos alimenticios básicos en nuestras casas.
Ahora es el momento de retribuirles por su esfuerzo y por haber estado siempre cerca de nosotros y nuestras familias, cubriendo las necesidades de los hogares españoles. Es en esta época de dificultades y tribulaciones cuando, especialmente, hemos de aprender a ser consumidores responsables, racionales, solidarios y conscientes, a huir de los cantos de sirenas de ciertos establecimiento que nos incitan con el reclamo de “más barato todavía”, ofertas imposibles a precios miserables, muchas veces torticeras, en las que se nos invita a adquirir productos procedentes de países con dudosos controles sanitarios, con escasa transparencia mediática e informativa, en donde no se garantizan las condiciones laborales mínimas de sus trabajadores e, incluso, se conculcan los derechos humanos más básicos de sus habitantes. Frente a estos cantos de sirena, empleemos tiempo en leer con atención el etiquetado, a conocer el origen y la trazabilidad de los alimentos y bebidas y apostemos por los que están elaborados en nuestro país. Ejerzamos con determinación nuestro derecho a ser informados verazmente y a elegir con libertad. Sepamos distinguir entre valor y precio.
Apoyando a los agricultores, ganaderos y pescadores españoles tenemos la certeza de que estamos adquiriendo alimentos saludables, de calidad, elaborados con pasión, con cariño, estamos contribuyendo a mantener el empleo, garantizar la estabilidad y la vertebración territorial, los ecosistemas terrestre y marítimo y a formar parte del circulo virtuoso de la economía. Favoreciendo el mundo rural y pesquero español estamos contribuyendo al futuro de nuestra sociedad.
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