- Cómoda. Se puede tomar a cualquier hora.
- Ligera. Se disfruta en pequeñas cantidades.
- Distinta. Se come de pie y, si se quiere, sentado.
- Relajante. No es compatible con las prisas.
- Económica. Sus pequeñas porciones no encarecen el bolsillo.
- Rentable. Sostenible para el restaurador.
- Onerosa. Para el cliente
- Divertida. Juega con la combinación de otras tapas, sabores y olores.
- Tradicional. Es parte de nuestra cultura.
- Innovadora. Puede sorprender su creatividad, propia de la alta cocina.
- Diferente. Se picotea con platillos de muy diversas regiones o países.
- Sana. Es una forma saludable de la Alimentación Mediterránea.
- Comunicativa. Facilita el diálogo entre los comensales.
- Individual. Cada uno elige las suyas.
- Social. Nadie tapea solo, necesita estar con amigos.
- Liberal. Acepta la compañía de cualquier bebida.
- Multiusos. Puede ser un almuerzo, un tentempié, una cena…
- Reconfortante. Mata el gusanillo y ayuda a la espera.
- Informal. No entiende de protocolo y cada uno se pone donde quiere.
- Intuitiva. No se piensa que se va a tapear, se improvisa.
- Sencilla. Prefiere el palillo al tenedor y el papel a la servilleta.
- Provocativa. Se insinúa atractiva para invitarte a que la elijas.
- Desvergonzada. Se deja coger con las manos.
- Tapear es una forma de vida que se comparte con los amigos.
La tapa es una porción pequeña de alimento que se ingiere, por lo general, antes de las comidas y se acompaña de una bebida; un estilo de vida, una rutina alimentaria que sacia por igual estómagos, amistad y cultura, y se ejerce de forma itinerante por diversos establecimientos. La tapa es parte del carácter andaluz y español; una forma de saborear lo que somos: degustar nuestra esencia culinaria y paladear nuestra forma de vida.
Definición de la tapa por la AAGT, a partir de la definición de nuestro académico, Fernando Rueda.
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